diumenge, 6 de desembre del 2009

Ullades a la nostra ciutat


Esos chorvos barbilampiños que Rubalcaba nos ha enviado en magro número de un centenar y pico a la capital más caótica y juerguista del estado no parecen estar al loro. Esos señores del gobierno se creen, ingenuos, que aumentando la represión se acaba con el delito. Los políticos son los únicos ciudadanos que tropiezan dos veces con la misma piedra. Y es que la ciudadanía de a pie, la de las hipotecas y el paro, se pregunta al caminar por esta ciudad protoiluminada de amarillo (que es peste, el color del desdén) dónde están los malos. Se mantienen los guetos históricos en barrios con mucho tronío. Nazaret y Malvarrosa, con su pintoresco mercado de caballo y farlopa que reparten los niños de ocho años como si tal cosa y ante los morros de eso policías de uniforme tan nuevo que parecen azafatos. En Malilla, en el Carmen, en La Punta, en Orriols. Esos barrios no cuentan. No lucen, sólo lo habitan trabajadores y extranjeros. Y el consistorio derechista que lucimos es un pelín xenófobo.

Abelardo Muñoz en L'Informatiu.com