diumenge, 2 de novembre del 2008

'La reina sale del armario'


Article d'Ignacio Escolar publicat avui al diari Público.

El reino ideal de Sofía Margarita Viktoria Frideríki Glíxmpourgk no es esta España donde los homosexuales también tienen derecho al matrimonio, la religión es opcional en los colegios y a los niños les enseñan que el ser humano viene de la evolución, y no del paraíso. En el mundo de Sofía las leyes son naturales antes que leyes, aunque hay una que es sagrada: la Constitución. “No hay que ser republicano ni monárquico, sino cons-ti-tu-cio-na-lis-ta”, dice Pilar Urbano que dijo la reina “mientras con la yema del dedo medio marca cada una de las siete sílabas sobre el cerco metálico de la mesa”. Cons-ti-tu-cio-na-lis-ta. A la carta magna me encomiendo.

Si las opiniones sobre lo divino y lo humano las hubiese difundido el rey, habría incumplido el artículo 56 de la Constitución, donde se le asigna un papel de arbitraje y moderación que le impide lo que ha hecho su señora: tomar postura sobre temas que dividen la opinión pública, cuestionar las leyes aprobadas por el Parlamento y que él mismo firma. No ha hablado el rey, sino su esposa, pero ella tampoco es una ciudadana más. También aparece en la Cons-ti-tu-ción, donde se fija su papel como regente, y forma parte de la Corona, esa ins-ti-tu-ción a la que el Código Penal protege con especial dedicación. La reina Sofía tiene derecho a tener una opinión, pero no a difundirla. No se trata de que su visión sea de izquierdas o de derechas. Sería igual de grave si, en lugar de criticar políticas progresistas, se hubiese mostrado como la soberana más revolucionaria de palacio. A la institución que ella representa se le conceden muchos privilegios a cambio de pocas cosas. La fundamental: que respete la neutralidad política. Si quiere opinar de asuntos sensibles, algunos de ellos pendientes de resolución del Tribunal Cons-ti-tu-cio-nal, que antes dimita.

La reina ha hablado con tal desparpajo, con tal irresponsabilidad, que la Zarzuela ha intentado zanjar el patinazo con una explicación imposible, donde sólo faltan la clásica excusa del “error informático” y el perro que se come los deberes. La conversación privada más grande que vieron los tiempos consistió en 15 sesiones de trabajo y 638 preguntas por escrito de la que han salido nada menos que 320 páginas. Las inexactitudes no se encontraron a pesar de que Zarzuela revisó el texto durante cuatro días. Nadie dijo nada aunque la editorial Planeta, poco sospechosa de activismo republicano, envió tres copias previas a palacio para su visto bueno: una para la casa del rey, otra para la homenajeada y otra más para la secretaría de la reina. La autora tampoco es nueva en la corte. Pilar Urbano no sólo firmó una biografía de Sofía de Grecia donde toda la familia Borbón-Frideríki colaboró activamente, sino que también es amiga íntima de Laura Hurtado de Mendoza, miembro del Opus Dei como ella y secretaria personal de la reina desde 1970 hasta hace dos años, cuando se jubiló de forma pero no de facto.

A la vista de lo sucedido, la duda es qué ha podido pasar para que los mosqueteros reales permitiesen tamaño traspiés, que no beneficia nada el vals monárquico. Hay opiniones para todos los gustos, desde los que creen que la reina se ha desmelenado a los 70, que a la vejez viruelas, hasta los que buscan algún ajuste interno en la fontanería de la Zarzuela o, más que un tropezón, una zancadilla de la entrevistadora. Es difícil de saber con certeza, tal vez un poco de todo. Pero puestos a elucubrar, me quedo con la explicación más simple: se les pasó. No calcularon lo ofensivas que podían ser esas palabras para muchos de sus ‘súbditos’. En un ambiente conservador, como se presupone un palacio, ¿a quién le va a escandalizar que a la reina no le gusten las reinonas de las carrozas del orgullo gay? En realidad, ni siquiera es ésta la primera ocasión en la que la reina sale del armario y se muestra como lo que es, una persona profundamente conservadora. “La España que yo conocí, más que una dictadura, era una dictablanda”, dice la reina. “Franco era monárquico” explica Sofía, “un hombre sencillo, con ganas de agradar y muy tímido ”. “Era un dictador, pero no un tirano”, dice sobre el golpista acusado de crímenes contra la humanidad que sólo en la fosa común de Málaga enterró a más civiles, más de 5.000, que todas las víctimas del genocidio de Pinochet. Palabra real: “Mi marido fue tajante, desde el primer momento, diciendo: ‘Delante de mí no se habla mal de Franco”.

No se escandalicen, que ya no toca. Las citas no salen del último libro de Pilar Urbano sino de la biografía que publicó la misma autora hace 13 años. Como nadie protestó, la Casa Real no habló, en aquella ocasión, de conversaciones privadas inexactas.

Papelón no sólo de la reina, también de los políticos. En pocas semanas, el partido socialista obrero que fundó Pablo Iglesias ha salido en auxilio de la banca, del ejército y del rey. Sólo falta la Iglesia, Santiago y cierra España. En lugar de pedir a la Casa Real, a la que mantenemos con nuestros impuestos, que explique exactamente a qué inexactitudes se refiere o si el error es general, generalísimo, los dos grandes partidos se han enrocado en defensa de reina. Las críticas, tanto del PSOE como del PP, se las está llevando Esteban González Pons, verbo florido, verso suelto, pero que en esta ocasión ha dicho lo que deberían haber dicho todos los políticos: que “la institución no debe hablar”, que “el rey y la reina, si son, son como la bandera y a la bandera la vemos cumplir con su papel en los actos oficiales pero no hacer declaraciones no neutrales”.

Dice la Cons-ti-tu-ción que el rey es irresponsable. Fue un avance histórico, costó una invasión francesa de la mano del traidor Fernando VII. Artículo 64.2: “De los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden”. De los actos de la reina, ¿quién se responsabiliza?


3 comentaris:

aurora ha dit...

Un altre article en la mateixa línia que tots els d'esquerres últimament: que la reina calle. Però jo crec que el què hauríem dir és, precisament, "que parle Sofia", com manté Pascual Serrano, en l'article que va publicar ahir a Rebelión (com, per cert, vas fer tu en el genial post "Bravo, Sofia").

aurora ha dit...

ei mamoncete,
ac-tua-lit-za

PS: pega-li una ullada a este blog:
http://www.lapaginadefinitiva.com/weblogs/popota/

no té desperdici.

Alfredo Leopoldo Manfredi Torrecuadrada ha dit...

Cons-ti-tu-ción!